Timo:
El timo es un órgano importante del sistema linfático que se ubica en el tórax, detrás del esternón. Está compuesto por dos lóbulos conectados por un istmo y rodeados por una cápsula de tejido conectivo. Cada lóbulo tiene una forma similar a un cono y se encuentra en la parte superior del tórax, justo encima del corazón.
El timo desempeña un papel fundamental en el sistema inmunológico, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Es responsable de la producción y maduración de los linfocitos T, las células claves en la respuesta inmunológica del organismo. Estas células son responsables de la defensa contra las infecciones y el reconocimiento de células extrañas o anormales en el cuerpo. Durante la infancia, el timo es más grande y activo. A medida que una persona envejece, el tamaño del timo disminuye gradualmente y se reemplaza por tejido adiposo. Aunque el timo sigue siendo funcional en la edad adulta, su actividad disminuye y su papel en el sistema inmunológico se vuelve menos prominente.
Una de las funciones principales del timo es el proceso de educación de los linfocitos T. Durante este proceso, los linfocitos T inmaduros migran desde la médula ósea hasta el timo, donde se someten a un proceso de maduración y selección. Aquellos linfocitos T que son capaces de reconocer y responder adecuadamente a antígenos extraños son seleccionados y se convierten en linfocitos T maduros. Por otro lado, aquellos linfocitos T que podrían atacar las células propias del cuerpo son eliminados o neutralizados.
Los linfocitos T se producen en la médula ósea y maduran en el timo, Una vez maduros, los linfocitos T circulan por la sangre y el sistema linfático hasta que encuentran su antígeno específico, es decir, la sustancia que desencadena su respuesta inmune. Los antígenos deben ser presentados a los linfocitos T por otras células llamadas células presentadoras de antígenos, que expresan unas moléculas llamadas complejo mayor de histocompatibilidad (CMH).
Existen varios tipos de linfocitos T según su función y las moléculas que expresan en su superficie. Los principales son:
Linfocitos T colaboradores o CD4+:
Son los que ayudan a activar a otros linfocitos T, a los linfocitos B (que producen anticuerpos) y a los macrófagos (que fagocitan a los microorganismos). También secretan unas sustancias llamadas citoquinas que regulan la respuesta inmune.
Linfocitos T citotóxicos o CD8+:
Son los que destruyen directamente a las células infectadas o alteradas mediante la liberación de unas proteínas llamadas perforinas y granzimas, que provocan la muerte celular por apoptosis.
Linfocitos T reguladores o Treg:
Son los que controlan la respuesta inmune y evitan las reacciones excesivas o autoinmunes, es decir, las que se dirigen contra las propias células del organismo.
Linfocitos T de memoria:
Son los que permanecen en el organismo después de una infección o vacunación y permiten una respuesta más rápida y eficaz ante una nueva exposición al mismo antígeno.
Los linfocitos T son esenciales para la defensa del organismo contra las infecciones y el cáncer. Sin embargo, también pueden estar implicados en algunas enfermedades autoinmunes, alérgicas o inflamatorias. Además, algunos virus como el VIH pueden infectar y destruir a los linfocitos T, lo que debilita el sistema inmunitario y favorece el desarrollo de otras infecciones oportunistas.
Enfermedades del Timo:
Timoma:
Es un tumor que se origina en las células epiteliales del timo. Puede ser benigno o maligno y se asocia con enfermedades autoinmunes como la miastenia gravis, el lupus o la artritis reumatoide.
Carcinoma tímico:
Es un tipo de timoma maligno que se caracteriza por un crecimiento rápido y una mayor tendencia a diseminarse a otras partes del cuerpo. Es más difícil de tratar que el timoma benigno y tiene un peor pronóstico.
Hiperplasia tímica:
Es el aumento del tamaño del timo debido a una proliferación excesiva de sus células. Puede ser causada por una infección, una enfermedad autoinmune, un fármaco o una alteración hormonal. Puede provocar síntomas de compresión mediastínica como tos, disnea o disfagia.
Timonitis:
Es la inflamación del timo, que puede ser aguda o crónica. Puede ser causada por una infección bacteriana, viral, fúngica o parasitaria, o por una reacción autoinmune. Puede provocar dolor torácico, fiebre, malestar general y alteraciones en la función tímica.
Absceso tímico:
Es una colección de pus en el interior del timo, que puede ser secundaria a una timonitis o a una perforación esofágica. Puede provocar síntomas como dolor torácico, fiebre, escalofríos, sudoración y signos de sepsis.
Quiste tímico:
Es una cavidad llena de líquido que se forma en el timo, que puede ser congénita o adquirida. Los quistes congénitos se deben a un defecto en el desarrollo embrionario del timo y suelen ser asintomáticos. Los quistes adquiridos se deben a una inflamación, una hemorragia o un traumatismo del timo y pueden causar síntomas de compresión mediastínica.
Aplasia tímica:
Es la ausencia total o parcial del timo, que puede ser congénita o adquirida. La aplasia tímica congénita se debe a un fallo en el desarrollo embrionario del timo y se asocia con el síndrome de Di George, que se caracteriza por hipoplasia facial, defectos cardiacos y alteraciones inmunológicas. La aplasia tímica adquirida se debe a la destrucción del timo por radiación, quimioterapia, infección o autoinmunidad.
Hipoplasia tímica:
Es el desarrollo insuficiente del timo, que puede ser congénita o adquirida. La hipoplasia tímica congénita se debe a una alteración genética que afecta al crecimiento y la diferenciación del timo y se asocia con inmunodeficiencias combinadas severas. La hipoplasia tímica adquirida se debe a factores ambientales que inhiben la función tímica como el estrés, la malnutrición, la edad avanzada o las enfermedades crónicas.
Timo ectópico:
Es la presencia de tejido tímico fuera de su localización normal, que puede ser congénita o adquirida. El timo ectópico congénito se debe a un error en la migración embrionaria del timo y suele localizarse en el cuello o el mediastino anterior. El timo ectópico adquirido se debe a la implantación de células tímicas en otros órganos tras una cirugía o un traumatismo del timo y suele localizarse en el pulmón o el pericardio.
Timo lingual:
Es un tipo de timo ectópico congénito que se localiza en la base de la lengua. Puede causar dificultad para respirar o tragar, hemorragia o infección.