Cerebro:
Podemos decir que el cerebro es la central del sistema nervioso. Se encarga de controlar todas las demás funciones del cuerpo a través de nervios, los cuales están conectados a los otros órganos. Además, nos permiten tener todas las habilidades intelectuales que nos caracterizan, y es que es el órgano que hace que el ser humano sea diferente al resto de animales.
El cerebro ocupa las dos terceras partes de la cavidad craneal, está dividido por la cisura interhemisférica en dos hemisferios cerebrales: derecho e izquierdo.
A pesar de la cisura interhemisférica, los hemisferios no están totalmente separados, en su parte central aparecen unidos a través de un grueso haz de fibras nerviosas denominado cuerpo calloso.
En cada hemisferio podemos encontrar otras cisuras o surcos menos profundas que la interhemisférica, que dividen la superficie cerebral en varias partes denominadas lóbulos: lóbulo frontal, lóbulo parietal, lóbulo temporal y lóbulo occipital.
Las cisuras más importantes son: la cisura central de Rolando, la cisura lateral o de Silvio, la cisura perpendicular externa (a veces denominada cisura parietooccipital) y la cisura calcarina.
El Celebro forma parte del sistema nervioso.
- Contiene alrededor de 10-15.000 Millones de neuronas, más del 90% de las neuronas del cuerpo.
- Pesa aproximadamente, 1,5 Kg (entre el 2% y el 3% del peso de un adulto).
- Utiliza alrededor del 20% del suministro de oxígeno del cuerpo
- Tiene una superficie, aproximada de dos metros cuadrados, y cabe en el cráneo debido a que está doblado/plegado
Funciones.
Controla la respiración, latidos cardíacos, temperatura.
Multitarea, trabajamos mientras conversamos, nos indica si sentimos frío o calor, hambre, o que tenemos tareas pendientes para más tarde.
Para todo ello, el cerebro tiene partes especializadas, y si hay un daño cerebral, puede verse afectada una o más áreas.
El encéfalo (corteza).
Es donde ocurren los pensamientos y procesamientos complicados. La corteza cerebral es la parte más externa del cerebro, tiene un aspecto rugoso, está compuesta de materia gris y abarca toda la superficie externa del cerebro. Cada zona tiene diferentes funciones: motora, sensitiva, visual, etc. El interior del cerebro está compuesto de materia blanca que forma las fibras de comunicación entre ambos hemisferios. En el interior del cerebro existen varias cavidades que se denominan ventrículos. Los ventrículos están llenos de un líquido compuesto de agua, sales minerales, sustancias orgánicas y algunas células sanguíneas que se denomina líquido cefalorraquídeo. Existen dos ventrículos laterales (uno en cada hemisferio), un ventrículo medio que se denomina tercer ventrículo y un cuarto ventrículo que se encuentra en el interior del bulbo raquídeo. Los ventrículos se encuentran comunicados entre sí, permitiendo la circulación del líquido.
Lóbulos frontales.
Controla la personalidad, la planeación, el habla, los movimientos voluntarios, la inteligencia, la memoria y la escritura. Se encuentran situados por delante de la cisura de Rolando e incluyen áreas motoras y conexiones con áreas sensitivas. Se trata de uno de los lóbulos más importantes porque contiene el área de comprensión del lenguaje.
Es el lóbulo encargado de la personalidad del individuo.
Lóbulos temporales.
Tiene que ver con el habla, el oído, la memoria y el olfato. Se encuentran por debajo de la cisura de Silvio y se encargan de las áreas auditivas.
Lóbulos parietales.
Administra las sensaciones del cuerpo, tales como el tacto, la conciencia del cuerpo, el dolor y la temperatura. Se encuentran detrás de la cisura de Rolando y encima de la de Silvio.
Se encargan de las sensaciones somatoestésicas, es decir, a esta zona llegan todas las sensaciones captadas por nuestros nervios para ser analizadas. En el lóbulo parietal izquierdo se encuentra también el área de producción del lenguaje.
Lóbulos occipitales.
Son dominados por la corteza visual, la que nos permite ver y leer. Se sitúan detrás de las cisuras perpendiculares externas y recogen las áreas visuales.
El cerebelo.
Coordina los movimientos que se pueden controlar, pero sobre los que no se piensa activamente, como caminar o montar en bicicleta. El cerebelo es una estructura separada del cerebro, situada en la parte inferior, compuesta de materia gris. Es de las primeras estructuras en formarse en el proceso embrionario, tiene infinitas conexiones con múltiples áreas cerebrales y se encarga fundamentalmente de coordinar los movimientos finos voluntarios. Ayuda a realizar movimientos corporales e interviene en la postura corporal.
El tallo cerebral.
Incluye un área llamada cerebro medio. Controla los reflejos y funciones automáticas, tales como la frecuencia cardiaca, presión sanguínea, respiración y digestión. Además de lo que puede ver en la superficie hay varias estructuras importantes ocultas profundamente en el cerebro.
El tálamo.
Es una importante estación de relevo de los mensajes de los sentidos. El tálamo es la entrada de toda la información sensorial (menos el olfato) al cerebro; está compuesto por dos tálamos, derecho e izquierdo, unidos por un haz de fibras denominado comisura gris intertalámica.
El hipotálamo.
Es una parte vital del cerebro. Regula el latido cardíaco, presión sanguínea, temperatura, apetito, impulso sexual y emociones tales como la ira, el miedo y el placer. El hipotálamo se sitúa debajo del tálamo y entre sus funciones se encuentra ser el punto de unión entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Interviene por tanto en la conducta de alimentación y en la regulación de la temperatura, además controla el sistema nervioso vegetativo.
La glándula pituitaria.
Está localizada debajo del hipotálamo y es regulada por éste. Ambos trabajan juntos, funcionando como los controladores maestros de todas las glándulas endocrinas (de las hormonas) que regulan el crecimiento, el metabolismo, la sexualidad y más.
La glándula pineal.
Regula su sueño y otros ritmos internos usando la hormona melatonina.
Nuestro sistema nervioso está configurado de manera interesante. Los nervios que viajan desde sus sentidos cruzan al lado opuesto del cerebro para su procesamiento.
Si se ve algo con su ojo derecho, la señal viaja hasta el lado derecho del cerebro y luego pasa al lado izquierdo, donde células especializadas (en la corteza visual) ayudan a averiguar lo que el ojo derecho está viendo.
Este cruce se da en el medio del cerebro, una parte llamada el cuerpo calloso.
Neuronas.
Las conexiones entre ellas permiten procesar señales y almacenar memorias. Nacemos con la mayor parte de las neuronas que tendremos en toda la vida, por lo que es difícil que el cerebro dañado se recupere, lo que no quiere decir que sea imposible, debido a la plasticidad neuronal.
Un neurotransmisor es una molécula en estado de transición, con déficit o superávit de cargas.
Este estado de transición le da un tiempo máximo de estabilidad de unas cuantas vibraciones moleculares.
El medio por el cual se transmite es la mielina, responsable de la sinapsis neuronal, que conecta con el grupo de receptores dendríticos, descargando en la dendrita específica que admite el neurotransmisor portador de la carga.
El paso del neurotransmisor por los axones estimula la creación de mielina, por lo que, a mayor cantidad de mielina, menor resistencia a la transmisión y menor uso de recursos.
Tipos de neuronas.
Motoras.
Se encargan de generar y/o trasmitir impulsos motores hacia el órgano efector. Generalmente, reciben el nombre de fibras eferentes porque se encargan de conducir los estímulos del interior al exterior.
Sensitivas.
Se encargan de captar y conducir los estímulos sensitivos hacia los órganos especializados. Suelen recibir el nombre de fibras aferentes porque se encargan de conducir los estímulos del exterior al interior.
La sinapsis
Es la conexión entre las neuronas. Se trata de una conexión unidireccional en la que la neurona transmisora o presináptica manda un impulso nervioso a través de su axón, liberando así sustancias (neurotransmisores) a la neurona receptora o postsináptica.
Los neurotransmisores son sustancias generadas en el axón de la neurona y excitan o inhiben a las demás neuronas.
Enfermedades Cerebrales:
Alzheimer:
Es una enfermedad neurodegenerativa que causa un deterioro progresivo de la memoria, el lenguaje, el razonamiento y otras funciones cognitivas. Es la causa más común de demencia en el mundo y suele afectar a personas mayores de 65 años.
Parkinson:
Es otra enfermedad neurodegenerativa que afecta al movimiento, el equilibrio, el habla y la expresión facial. Se debe a la pérdida de neuronas productoras de dopamina en la sustancia negra, una zona del cerebro que controla los movimientos voluntarios.
Esclerosis múltiple:
Es una enfermedad autoinmune que daña la mielina, la capa protectora que recubre los axones de las neuronas. Esto provoca problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, causando síntomas como debilidad, entumecimiento, espasmos, fatiga, problemas de visión y cognitivos.
Epilepsia:
Es un trastorno neurológico que se caracteriza por la aparición de crisis epilépticas, que son episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Las crisis pueden manifestarse de diferentes formas, desde convulsiones generalizadas hasta alteraciones sensoriales o conductuales. La causa puede ser genética, traumática, infecciosa o desconocida.
Tumores cerebrales:
Son masas anormales de células que crecen dentro o cerca del cerebro. Pueden ser benignos o malignos, primarios o secundarios. Los síntomas dependen del tamaño, la localización y el tipo de tumor, pero pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones, cambios de personalidad, problemas de memoria, visión o habla.
Accidentes cerebrovasculares:
Son eventos que ocurren cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, provocando la muerte de las células cerebrales afectadas. Pueden ser isquémicos (por obstrucción de una arteria) o hemorrágicos (por rotura de un vaso). Los síntomas pueden ser súbitos y severos, como parálisis facial o corporal, dificultad para hablar o entender, pérdida de visión o equilibrio.
Encefalitis:
Es una inflamación del cerebro causada por una infección viral, bacteriana, fúngica o parasitaria. Puede provocar fiebre, dolor de cabeza, confusión, alucinaciones, convulsiones o coma. El tratamiento depende del agente causal y puede incluir antibióticos, antivirales o corticoides.
Meningitis:
Es una inflamación de las meninges, las membranas que rodean al cerebro y la médula espinal. También puede ser causada por diferentes microorganismos o por traumatismos, tumores o medicamentos. Los síntomas son similares a los de la encefalitis, pero se añade rigidez de nuca y sensibilidad a la luz.
Corea de Huntington:
Es una enfermedad genética y hereditaria que provoca la degeneración progresiva de las neuronas del cuerpo estriado, una zona del cerebro implicada en el control motor y cognitivo. Los síntomas suelen aparecer entre los 30 y los 50 años e incluyen movimientos involuntarios e irregulares (corea), cambios de humor, depresión, demencia y dificultades para tragar o respirar.
Fenilcetonuria:
Es un trastorno metabólico congénito que impide el metabolismo normal de la fenilalanina, un aminoácido esencial. Si no se trata desde el nacimiento con una dieta especial baja en fenilalanina, se acumula en el organismo y produce daños irreversibles en el cerebro y el sistema nervioso. Los síntomas pueden ser retraso mental, convulsiones, hiperactividad o problemas cutáneos.
