Aparato reproductor :
Parte del sistema reproductor y endocrino, se trata de dos estructuras que generan y almacenan hormonas sexuales como la testosterona y las células reproductoras masculinas, los espermatozoides.
La principal función de los testículos es la de producir los espermatozoides. Pero no es su única función importante. También produce unas hormonas llamadas andrógenos, entre las que se encuentra la testosterona.
Tienen forma ovalada y son las glándulas seminales del hombre, donde se producen los espermatozoides y se secretan las hormonas masculinas. Están colocados en la parte anterior del periné, fuera de la cavidad pelviana, aunque su desarrollo en el feto se produce dentro del abdomen, descendiendo luego por el conducto inguinal
En la parte posterior del testículo hay una estructura alargada denominada epidídimo. Testículos y epidídimo están recubiertos por una capa fibrosa llamada Albugínea testicular.
En la parte posterior del testículo la Albugínea se engrosa formando el cuerpo higmore, del que parten tabiques fibrosos hacia el interior del testículo, dividiéndolo en muchos lóbulos espermáticos (200 o 300 por testículo). Dentro de los lóbulos espermáticos del testículo se encuentran los conductos seminales, que son los que producen esperma. El resto de los conductos sólo lo transportan. Los conductos seminales se continúan con los conductos rectos que salen, uno de cada lóbulo, para llegar a la Red de Haller, red de conductos que se encuentra en el cuerpo de Higmore. La Red de Haller se continúa con los conductos o conos eferentes, que salen del testículo formando parte del epidídimo. Luego se continúa con el conducto epididimario que recorre toda la longitud del epidídimo, cuyo extremo inferior se continúa con el conducto deferente, localizado entre el epidídimo y la vesícula seminal. Mide más de 40 cm. y se dirige hacia la cara posterior de la vejiga Todos los vasos y el conducto deferente se agrupan dando lugar al Cordón espermático, que entra en la pelvis a través del conducto inguinal, por encima del ligamento inguinal.
Los testículos están rodeados por capas
El escroto:
la cual es la piel envolvente del resto de estructuras testiculares. Suele tener vello con folículos pilosos profundos y glándulas sebáceas abundantes.
El dartos:
El dartos es una membrana fibrocelulosa muy retráctil de un aspecto rojizo y dotada de algunos vasos, se encuentra recubierto por su propia fascia.
La fascia espermática externa:
Es la capa más superficial de las cubiertas del cordón espermático. Se encuentra profunda a la piel y la fascia dartos de los testículos.
El cremaster:
Es un musculo que se encuentra en el pliegue de la ingle y bolsas testiculares. Su función es retraer los testículos, lo cual es importante para la termorregulación y la espermatogénesis.
La fascia espermática interna:
Esta capa corresponde a la continuación de la fascia transversalis. En su recorrido desde el abdomen a los testículos, el contenido del cordón espermático va siendo envuelto por capas, siendo la fascia espermática interna la más profunda.
La túnica vaginal del testículo:
La túnica vaginal del testículo es una membrana que cubre cada uno de los testículos, formada por dos capas: la lámina visceral y la lámina parietal. Entre estas capas hay un espacio lleno de líquido que permite el movimiento y la protección de los testículos. La túnica vaginal se origina a partir del peritoneo, la capa que recubre la cavidad abdominal.
Enfermedades de los testículos:
Cáncer testicular:
Es un tipo de cáncer poco frecuente que afecta a las células que producen el esperma y la testosterona. El primer signo suele ser una protuberancia o bulto en un testículo. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.
Quiste testicular:
Es una bolsa llena de líquido que se forma en el epidídimo, el conducto que transporta el esperma desde el testículo. Se llama también espermatocele. No suele causar síntomas ni complicaciones, pero puede extirparse si es molesto o grande.
Hidrocele:
Es la acumulación de líquido entre las dos capas de la túnica vaginal, la membrana que cubre el testículo. Puede provocar hinchazón e incomodidad en el escroto. A veces se resuelve solo, pero puede requerir drenaje o cirugía si persiste o se infecta.
Varicocele:
Es la dilatación de las venas que drenan la sangre de los testículos. Se produce por un defecto en las válvulas que impiden el reflujo sanguíneo. Puede causar dolor, atrofia o infertilidad. Se trata mediante embolización o ligadura quirúrgica de las venas afectadas.
Orquitis:
Es la inflamación de uno o ambos testículos, causada por una infección bacteriana o viral. Puede asociarse a epididimitis, inflamación del conducto que conecta el testículo con el conducto deferente. Los síntomas son dolor, fiebre, enrojecimiento y secreción uretral. El tratamiento depende del agente causal y puede incluir antibióticos, antiinflamatorios o reposo.
Torsión testicular:
Es la rotación anormal de un testículo sobre su eje, lo que interrumpe el flujo sanguíneo al órgano. Es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Los síntomas son dolor intenso, hinchazón, náuseas y vómitos3. El tratamiento es la cirugía para desenroscar y fijar el testículo.
Hidátide de Morgagni:
Es un pequeño quiste que se forma en el extremo superior del epidídimo. Es un remanente embrionario del conducto mesonéfrico. No tiene ninguna función ni consecuencia clínica, pero puede confundirse con un tumor. No necesita tratamiento específico.
Anorquia:
Es la ausencia congénita de uno o ambos testículos. Puede deberse a una falla en el desarrollo embrionario o a una pérdida prenatal por torsión o isquemia. Los síntomas son la falta de palpación o visualización del testículo en el escroto. El tratamiento puede incluir terapia hormonal sustitutiva o implante protésico.
Hipogonadismo masculino:
Es la disminución de la producción de testosterona por los testículos. Puede ser primario, si se debe a un defecto en los propios testículos, o secundario, si se debe a un problema en el hipotálamo o la hipófisis. Los síntomas son disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, infertilidad, pérdida de masa muscular, aumento de grasa corporal, osteoporosis y cambios de humor3. El tratamiento consiste en administrar testosterona exógena.
Criptorquidia:
Es la falta de descenso de uno o ambos testículos desde el abdomen hasta el escroto durante el desarrollo fetal. Es la anomalía genital más frecuente en los niños. Puede aumentar el riesgo de infertilidad y cáncer testicular. El tratamiento es la cirugía para colocar el testículo en su posición normal.
Pene:
El pene es uno de los principales órganos sexuales masculinos existentes. Se trata de un elemento eréctil que permite la cópula al llenarse sus cuerpos cavernosos de sangre y la transmisión de semen hacia el exterior. Además, al contrario que en la mujer, también permite la expulsión de orina a través de un mismo órgano.
Es un órgano cilíndrico, que sirve para depositar el semen en la vagina. Está formado por tres masas cilíndricas unidas por un tejido fibroso denominado túnica albugínea.
Las dos masas dorsales son los cuerpos cavernosos y la masa ventral más pequeña es el cuerpo esponjoso en cuyo interior se encuentra la uretra. Las tres masas están rodeadas por fascia y piel y consiste fundamentalmente en tejido eréctil más o menos relleno de grandes lagos sanguíneos. Mediante el estímulo sexual aumenta el aporte sanguíneo arterial al pene, que al dilatarse comprime las venas que lo drenan y la sangre queda atrapada produciéndose la erección. Cuando cesa el estímulo, las arterias se constriñen, cesa el aporte sanguíneo y las venas vuelven a trabajar normalmente con lo que el pene recupera su flacidez de reposo.
Vesículas seminales:
Las vesículas seminales, localizadas en la base de la vejiga, producen alrededor del 60% de líquido seminal, el volumen líquido del semen. Su densa y amarillenta secreción es rica en azúcar (fructosa), vitamina C, prostaglandinas y otras sustancias que alimentan y activan el esperma que pasa por el tracto. El conducto de cada vesícula seminal se une al del conducto deferente en el mismo lado para formar el conducto eyaculador. Así, el esperma y el líquido seminal entran juntos en la uretra durante la eyaculación.
Próstata:
La próstata es una glándula. Rodea la parte superior (prostática) de la uretra, justo por debajo de la vejiga. La secreción de la glándula prostática es un líquido lechoso que juega un papel a la hora de activar los espermatozoides. Durante la eyaculación, el líquido entra en la uretra a través de varios conductos pequeños. Como la próstata está localizada inmediatamente antes del recto, su tamaño y textura pueden palparse mediante un examen digital (con los dedos) a través de la pared anterior del recto.
Partes principales del pene:
Glande:
También conocido como cabeza del pene, es la parte redondeada y ensanchada en la punta del pene. El glande está cubierto por una piel delgada llamada prepucio.
Prepucio:
El prepucio es un pliegue de piel que cubre y protege el glande en algunos hombres. Puede ser retráctil, permitiendo la exposición del glande, o puede ser retirado mediante una circuncisión.
Cuerpo del pene:
El cuerpo del pene consta de tres columnas de tejido eréctil: dos cuerpos cavernosos en la parte superior (dorsal) y un cuerpo esponjoso en la parte inferior (ventral). Estos tejidos se llenan de sangre durante la erección, lo que permite que el pene se vuelva rígido.
Uretra:
La uretra es un conducto que recorre el interior del pene y transporta tanto la orina desde la vejiga como el semen desde los órganos reproductivos hacia el exterior del cuerpo. Durante la eyaculación, la uretra transporta el semen desde los conductos deferentes hasta la punta del pene.
Cuerpos cavernosos:
Son dos estructuras cilíndricas ubicadas en la parte superior del pene. Estos tejidos se llenan de sangre durante la excitación sexual, lo que provoca la erección del pene.
Cuerpo esponjoso:
Es una estructura única que rodea la uretra en la parte inferior del pene. Contiene el conducto eyaculador y se llena de sangre durante la erección, ayudando a mantener la uretra abierta para permitir el paso del semen.
Frenillo:
Es una banda de tejido que conecta el glande con la parte inferior del pene. Puede ser más prominente en algunos hombres y puede desempeñar un papel en la estimulación sexual.
Vasos sanguíneos y nervios:
El pene contiene una red de vasos sanguíneos y nervios que son responsables de la irrigación sanguínea durante la erección y la transmisión de las sensaciones sexuales al cerebro.
Enfermedades del pene:
ITS (Infecciones de Transmisión Sexual):
Las ITS como la gonorrea, clamidia, sífilis y herpes genital pueden afectar el pene causando síntomas como dolor, ardor, secreción anormal y lesiones. Se transmiten principalmente a través del contacto sexual sin protección.
Balanitis:
Es la inflamación del glande (cabeza del pene) y puede ser causada por infecciones fúngicas, bacterianas o irritantes. Suele causar enrojecimiento, hinchazón y picazón.
Fimosis:
Se refiere a la dificultad o imposibilidad de retraer el prepucio sobre el glande. Puede causar molestias y aumentar el riesgo de infecciones. En casos graves, puede requerir cirugía.
Parafimosis:
Ocurre cuando el prepucio se retrae detrás del glande y no puede ser devuelto a su posición normal. Puede causar dolor e hinchazón y puede ser una emergencia médica.
Enfermedad de Peyronie:
Se caracteriza por la formación de tejido cicatricial en el pene, lo que puede causar curvatura y dolor durante la erección.
Priapismo:
Es una erección persistente y dolorosa que no está relacionada con la excitación sexual. Puede ser causada por problemas de flujo sanguíneo y necesita atención médica inmediata.
Cáncer de pene:
Aunque raro, puede ocurrir. Los síntomas pueden incluir cambios en la piel, úlceras o masas en el pene.
Hematoma del pene:
Es la acumulación de sangre en el tejido del pene debido a una lesión. Puede causar hinchazón, dolor y decoloración.
Linfedema genital:
Un aumento anormal en la acumulación de líquido linfático en los tejidos del pene y los genitales, causando hinchazón y molestias.
Disfunción eréctil:
Aunque no es una enfermedad en sí misma, la disfunción eréctil implica la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales. Puede ser causada por factores físicos, psicológicos o una combinación de ambos.
Ovarios:
Situados por encima de las trompas de Falopio, los ovarios son órganos sexuales femeninos que también forman parte del sistema endocrino. Se trata de las estructuras en las que se producen y desarrollan los óvulos, así como uno de los principales productores de estrógenos y progesterona en la mujer.
Los ovarios son los órganos reproductivos femeninos que producen y liberan óvulos para la fertilización. Están ubicados a ambos lados del útero y están conectados a él a través de las trompas de Falopio. Los ovarios también producen hormonas importantes como el estrógeno y la progesterona, que son esenciales para el ciclo menstrual y el embarazo.
Son un par de glándulas localizadas en la pelvis, una a cada lado del útero, del tamaño y forma de almendras. Están localizadas en posición por varios ligamentos:
Ligamentos:
Son estructuras de tejido conjuntivo que sujetan el ovario al útero y a la pared pélvica.
El ligamento ancho:
Que constituye parte del peritoneo parietal y que se une a las glándulas por el mesovario, por donde le llegan los nervios y vasos sanguíneos.
El ligamento ovárico:
El ligamento ovárico es una estructura fibrosa que une el ovario con el útero. Es también conocido como ligamento propio del ovario o ligamento útero ovárico. Forma parte del ligamento ancho del útero, que es un pliegue de peritoneo que sostiene el útero y sus anexos. El ligamento ovárico se origina en el polo medial o uterino del ovario y se inserta en el cuerno uterino, cerca de la entrada de la trompa de Falopio.
El suspensorio:
El ligamento suspensorio tiene una función importante en la anatomía y la fisiología reproductiva femenina, ya que permite el movimiento y la nutrición del ovario, donde se producen los óvulos y las hormonas sexuales.
El mesovario:
El mesovario tiene una función de sujeción y estabilización del ovario, evitando su desplazamiento excesivo dentro de la cavidad pélvica. También facilita el transporte de los óvulos desde el ovario hasta la trompa de Falopio durante la ovulación.
El mesosalpinx:
El mesosalpinx contiene vasos sanguíneos y linfáticos que irrigan la trompa de Falopio, es una parte del ligamento ancho del útero, que es un pliegue de tejido que conecta el útero con las paredes y el suelo de la pelvis.
El ligamento tubo-ovárico:
El ligamento tubo-ovárico tiene una función de sujeción y estabilización del ovario y la trompa de Falopio, evitando su desplazamiento excesivo dentro de la cavidad pélvica. También facilita el transporte de los óvulos desde el ovario hasta la trompa de Falopio durante la ovulación.
Cada ovario está formado de fuera a dentro por un epitelio germinal, una túnica albugínea y el estroma. El epitelio es mono estratificado y recubre la casi totalidad de la superficie de este. A pesar de su nombre no interviene para nada en la producción de células germinales que provienen del endodermo del saco vitelino y migran a los ovarios durante el desarrollo embrionario. La túnica albugínea es una capa de tejido conectivo localizada por debajo del epitelio germinal. El estroma tiene dos partes, una corteza externa donde se encuentran alojados los folículos en distintas etapas de desarrollo y los cuerpos lúteos y una médula interna que contiene una rica red vascular y tejido conectivo. En la corteza existen también un tejido conectivo de sostén células intersticiales.
Los ovarios tienen las siguientes partes:
Corteza:
Es la capa externa del ovario, donde se encuentran los folículos ováricos, que son las estructuras que contienen los óvulos en diferentes etapas de desarrollo. También se encuentran el cuerpo lúteo, que es el folículo que ha liberado el óvulo y produce progesterona, y el cuerpo albicans, que es el cuerpo lúteo degenerado.
Médula:
Es la capa interna del ovario, formada por tejido conectivo laxo que contiene los vasos sanguíneos y linfáticos, y los nervios que irrigan e inervan el ovario.
Hilio:
Es la zona donde entran y salen los vasos y nervios del ovario. También contiene células productoras de andrógenos, que son hormonas masculinas que se convierten en estrógenos en la corteza.
Epitelio germinal:
Es la capa de células que recubre la superficie del ovario. Se cree que puede ser el origen de algunos tipos de cáncer de ovario.
Enfermedades de los ovarios:
Cáncer de ovario:
Es un tipo de cáncer que se origina en las células de los ovarios. Puede causar síntomas como dolor pélvico, sangrado vaginal, aumento o pérdida de peso, náuseas y cambios en el ciclo menstrual. Es difícil de detectar en sus primeras etapas y puede ser mortal si no se trata a tiempo.
Quistes ováricos:
Son sacos llenos de líquido que se forman en la superficie o dentro de los ovarios. La mayoría son benignos y no causan problemas, pero algunos pueden ser dolorosos, romperse o interferir con la ovulación. Los quistes ováricos pueden provocar síntomas como dolor pélvico, hinchazón, irregularidades menstruales y problemas de fertilidad.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP):
Es un trastorno hormonal que se caracteriza por la presencia de múltiples quistes en los ovarios, un exceso de producción de andrógenos (hormonas masculinas) y una alteración de la ovulación. El SOP puede causar síntomas como acné, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello), obesidad, resistencia a la insulina, infertilidad y trastornos menstruales.
Insuficiencia ovárica primaria (IOP):
Es una condición en la que los ovarios dejan de funcionar normalmente antes de los 40 años, lo que provoca una disminución de la producción de estrógenos y progesterona y una pérdida de la función reproductiva. La IOP puede causar síntomas como amenorrea (ausencia de menstruación), sofocos, sequedad vaginal, osteoporosis e infertilidad.
Torsión ovárica:
Es una emergencia médica que ocurre cuando uno o ambos ovarios se retuercen sobre su eje, lo que impide el flujo sanguíneo al tejido ovárico. La torsión ovárica puede causar síntomas como dolor pélvico intenso, náuseas, vómitos, fiebre y shock. Requiere una intervención quirúrgica urgente para restaurar el flujo sanguíneo y evitar la necrosis o la pérdida del ovario.
Endometriosis ovárica:
Es una enfermedad en la que el tejido endometrial (que normalmente recubre el útero) crece fuera del útero, especialmente en los ovarios. El tejido endometrial responde a los cambios hormonales del ciclo menstrual y puede sangrar e inflamarse, causando dolor e irritación. La endometriosis ovárica puede provocar síntomas como dolor pélvico crónico, dismenorrea (dolor menstrual), dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) e infertilidad.
Hiperestimulación ovárica:
Es una complicación que puede ocurrir después de un tratamiento de fertilidad que implica el uso de medicamentos para estimular la producción de óvulos. La hiperestimulación ovárica provoca que los ovarios se agranden y se llenen de líquido, lo que puede causar síntomas como dolor pélvico, distensión abdominal, aumento de peso, náuseas y dificultad para respirar. En casos severos, puede haber riesgo de trombosis, insuficiencia renal o ascitis (acumulación de líquido en el abdomen).
Hipogonadismo hipo gonadotrópico (HH):
Es un trastorno en el que hay una deficiencia o ausencia de las hormonas gonadotropinas (LH y FSH) que regulan la función ovárica. El HH puede ser causado por problemas genéticos, traumáticos, infecciosos o tumorales que afectan al hipotálamo o a la hipófisis. El HH puede causar síntomas como amenorrea primaria (falta de inicio de la menstruación) o secundaria (cese de la menstruación), hipoplasia mamaria (desarrollo insuficiente de las mamas), falta de desarrollo sexual secundario (vello púbico y axilar) e infertilidad.
Tumores de ovario de bajo potencial maligno (TBP):
Son un tipo de tumor ovárico que se caracteriza por tener un crecimiento lento y un bajo riesgo de propagación a otros órganos. Los TBP pueden ser asintomáticos o causar síntomas como dolor pélvico, distensión abdominal, sensación de saciedad o presión, sangrado vaginal anormal o dificultad para orinar. El tratamiento puede incluir la extirpación quirúrgica del tumor o del ovario afectado.
Sobreproducción ovárica de andrógenos:
Es una condición en la que los ovarios producen más andrógenos de lo normal, lo que puede alterar el equilibrio hormonal y la ovulación. La sobreproducción ovárica de andrógenos puede ser causada por el SOP, tumores ováricos productores de andrógenos, hiperplasia suprarrenal congénita o el uso de ciertos medicamentos. La sobreproducción ovárica de andrógenos puede causar síntomas como acné, hirsutismo, alopecia (pérdida de cabello), irregularidades menstruales e infertilidad.
Útero:
Órgano formado principalmente por tejido muscular y endotelial, se trata de la parte del cuerpo femenino que alberga al futuro bebé mientras se está gestando y en el que se le proporciona alimento y oxígeno a través de los vasos sanguíneos.
El Útero está situado en la pelvis, entre la vejiga urinaria y el recto.
Suele estar recostada sobre la vejiga.
Sus fibras musculares se disponen en varias direcciones para darle resistencia. Está formado por tres capas, una externa fibrosa llamada Perimetrio, la capa muscular llamada Miometrio, cuyas contracciones permiten la perfecta expulsión del feto en el momento del parto, y una interior serosa que se llama Endometrio.
Perimetrio:
El perimetrio es la capa más externa del útero, que lo recubre y lo protege. Está formado por una membrana de tejido conjuntivo y epitelial, que se llama serosa. El perimetrio facilita el contacto entre el útero y los órganos vecinos, actuando como una superficie deslizante. También sirve como defensa contra las infecciones y los tumores, y como soporte del útero. El perimetrio se une al miometrio, que es la capa muscular media del útero.
Miometrio:
El miometrio es la capa muscular del útero, que se encuentra entre el endometrio y el perimetrio. El miometrio está formado por músculo liso y tejido conjuntivo, y tiene varias funciones importantes, como facilitar el crecimiento del feto, contraerse durante el parto y expulsar la placenta. El miometrio tiene tres capas: la externa, la media y la interna. La capa externa tiene fibras musculares longitudinales, la capa media tiene fibras musculares entrecruzadas y la capa interna tiene fibras musculares circulares.
Endometrio:
El endometrio es la capa interna del útero, que se encarga de alojar y nutrir al embrión durante el embarazo. El endometrio está formado por tejido epitelial y glandular, y tiene dos capas: la basal y la funcional. La capa basal es la más profunda y permanece constante durante el ciclo menstrual. La capa funcional es la más superficial y se renueva cada mes bajo la influencia de las hormonas sexuales femeninas. El endometrio tiene varias funciones importantes, como secretar sustancias que favorecen la implantación del óvulo fecundado, formar parte de la placenta, regular el sangrado menstrual y participar en la respuesta inmune.
Tiene forma cónica o de pera. El cuerpo del útero lo forman los 2/3 superiores y el Cuello del útero el 1/3 inferior. Entre ambas partes hay un estrechamiento o Istmo del útero.
La parte superior del cuerpo se conoce como Fondo del útero, por encima de la línea media que une los orificios de salida de las Trompas uterinas, que salen a cada lado del cuerpo uterino. El cuello del útero en su parte inferior se proyecta dentro de la vagina. Esta parte del cuello se conoce como Hocico de Tenca, y presenta un orificio uterovaginal que comunica la cavidad uterina con la vagina. Tiene varios ligamentos que lo unen a los órganos vecinos para mantener su posición. El útero es un órgano subperitoneal.
El cérvix:
Es la parte inferior y más estrecha del útero, que se comunica con la vagina. Tiene un canal que permite el paso de los espermatozoides, el flujo menstrual y el bebé durante el parto. El cuello uterino tiene una función protectora, ya que evita que entren microorganismos o sustancias extrañas al útero.
El cuerpo:
Es la parte central y más ancha del útero, donde se aloja el embrión en caso de embarazo. Tiene una forma de pera invertida y una cavidad triangular, donde desembocan las trompas de Falopio. El cuerpo uterino tiene una función reproductiva, ya que prepara el endometrio para la implantación y sostiene el desarrollo del feto.
El fondo:
Es la parte superior y redondeada del útero, situada por encima de la entrada de las trompas de Falopio. Es la zona más alta del útero y se puede palpar a través del abdomen en las últimas etapas del embarazo.
El peritoneo:
Forma un fondo de saco entre la vejiga y el útero llamado fondo de saco vesiculouterino o uterovesical y otro saco de fondo en su cara posterior que es el fondo de saco rectouterino o fondo de Douglas, donde se acumulan los líquidos de una peritonitis.
El ligamento ancho es uno de los medios de sujeción del útero. Está formado por peritoneo que queda a los lados del útero, por debajo de las trompas después de cubrirlas y llega a la pared pelviana.
En el interior del útero se lleva a cabo la implantación o anidación del óvulo fecundado y su posterior desarrollo.
Enfermedades del Útero:
Miomas uterinos:
Son tumores benignos que se originan en el miometrio, la capa muscular del útero. Pueden ser de diferentes tamaños y formas, y causar síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico, presión en la vejiga o el recto, y dificultad para quedar embarazada.
Endometriosis:
Es una enfermedad que se produce cuando el endometrio, la capa interna del útero, crece fuera de su lugar normal. Puede afectar a los ovarios, las trompas de Falopio, el peritoneo o los órganos pélvicos. Causa síntomas como dolor menstrual intenso, dolor durante las relaciones sexuales, infertilidad y sangrado irregular.
Adenomiosis:
Es una enfermedad que se produce cuando el endometrio se infiltra en el miometrio, formando nódulos o quistes. Esto provoca un engrosamiento y una distorsión del útero. Causa síntomas como sangrado menstrual abundante y prolongado, dolor menstrual severo, sensación de peso o presión en el abdomen y anemia.
Hiperplasia endometrial:
Es un trastorno que se produce cuando el endometrio se espesa más de lo normal debido a un exceso de estrógenos. Esto puede ser causado por la obesidad, la menopausia, el síndrome de ovario poliquístico o el uso de ciertos medicamentos. Causa síntomas como sangrado menstrual irregular, abundante o prolongado, y puede aumentar el riesgo de cáncer de endometrio.
Cáncer de endometrio:
Es un tipo de cáncer que se origina en el endometrio. Es el cáncer ginecológico más frecuente y suele afectar a mujeres mayores de 50 años. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, la diabetes, la hipertensión, la menopausia tardía o la ausencia de embarazos. El síntoma más común es el sangrado vaginal anormal, especialmente después de la menopausia.
Cáncer de cuello uterino:
Es un tipo de cáncer que se origina en el cuello o cérvix del útero. Es causado por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite por vía sexual. Los factores de riesgo incluyen el inicio precoz de las relaciones sexuales, el número elevado de parejas sexuales, el tabaquismo o la inmunodeficiencia. El síntoma más común es el sangrado vaginal irregular, especialmente después de las relaciones sexuales.
Prolapso uterino:
Es una condición que se produce cuando el útero se desplaza hacia abajo y sale parcial o totalmente por la vagina. Esto puede ser causado por el debilitamiento de los músculos y ligamentos que sostienen al útero, debido al embarazo, el parto, la menopausia o el envejecimiento. Causa síntomas como sensación de bulto o presión en la vagina, incontinencia urinaria o fecal, dificultad para orinar o defecar, y dolor durante las relaciones sexuales.
Infección uterina:
Es una inflamación del útero causada por microorganismos como bacterias, virus, hongos o parásitos. Puede afectar al endometrio (endometritis), al miometrio (miometritis) o al perimetrio (perimetritis). Causa síntomas como fiebre, dolor pélvico, flujo vaginal anormal, mal olor y sangrado irregular.
Malformaciones uterinas:
Son anomalías congénitas que afectan al desarrollo del útero durante la vida fetal. Pueden ser de diferentes tipos, como útero unicorne (solo tiene un cuerno), útero bicorne (tiene dos cuernos separados), útero septado (tiene un tabique que divide la cavidad), útero didelfo (tiene dos cavidades independientes) o útero arcuato (tiene una depresión en el fondo). Estas malformaciones pueden causar problemas como abortos espontáneos, partos prematuros, infertilidad o dolor pélvico.
Síndrome de Asherman:
Es una enfermedad que se produce cuando se forman adherencias o cicatrices en el endometrio, que obstruyen la cavidad uterina. Esto puede ser causado por traumatismos, infecciones o procedimientos quirúrgicos en el útero, como legrados, cesáreas o histeroscopias. Causa síntomas como amenorrea (ausencia de menstruación), dismenorrea (dolor menstrual), infertilidad o abortos recurrentes.